Pero ¿qué están hablando esos poetas ahí de la palabra?
Siempre en discusiones de modista:
que si desceñida o apretada…
que si la túnica o que si la casaca…
¡Basta ya! La palabra es un ladrillo ¿Me oísteis?...
¿Me ha oído usted, Señor Arcipreste?
Un ladrillo. El ladrillo para levantar la Torre… y la
torre tiene que ser alta … alta … alta … .
hasta que llegue a la última cornisa
de la última ventana
del último sol
y no pueda ser más alta
Hasta que ya entonces no quede más que un ladrillo solo,
el último ladrillo… la última palabra, para tirárselo a Dios
con la fuerza de la blasfemia o la plegaria…
y romperle la frente… A ver si dentro de su cráneo
está la luz … o está la Nada.
León Felipe
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